Trabajar la alimentación de forma activa y reflexiva en el aula es clave para promover hábitos saludables y conscientes desde edades tempranas. Las cuatro actividades que he desarrollado —el análisis nutricional de la receta "Arroz con pollo al curry", el Recuerdo de 24 horas con su reflexión, y el juego “Corre por tus Nutrientes”— forman una secuencia pedagógica coherente, dinámica y transversal que permite abordar la educación alimentaria desde distintas perspectivas.
En primer lugar, el análisis de nutrientes de la receta es una actividad excelente para desarrollar el pensamiento crítico y la comprensión de los nutrientes que componen los alimentos. A través de ella, los estudiantes identifican los ingredientes y además, reflexionan sobre su calidad nutricional, sus funciones en el organismo y su equilibrio dentro de una dieta saludable. Esta tarea la usaría en el aula para vincular directamente los contenidos teóricos con situaciones prácticas, y fomentar así la toma de decisiones responsables en su día a día.
El Recuerdo de 24 horas complementa esta actividad, ya que invita al alumnado a observar su propia alimentación de forma consciente. A partir del registro de lo que comen en un día, pueden comparar su dieta con las recomendaciones de guías alimentarias, detectar carencias o excesos y plantearse pequeños cambios realistas. Esta reflexión personal es una herramienta poderosa de aprendizaje, porque parte de la propia experiencia del alumno. La usaría en el aula para introducir el tema, fomentar el autoconocimiento y abrir espacios de diálogo grupal, respetando siempre la diversidad de contextos familiares y culturales.
Finalmente, el juego "Corre por tus Nutrientes" sirve como cierre activo, integrador y motivador de todos los contenidos trabajados. A través del movimiento, la cooperación y el juego, los alumnos aplican lo aprendido sobre los grupos de alimentos y sus nutrientes, afianzando sus conocimientos de forma lúdica. Esta actividad permite observar cómo los estudiantes transfieren el conocimiento teórico a la práctica y refuerza el trabajo en equipo, la participación y la implicación.
En conjunto, estas tres propuestas permiten un aprendizaje significativo, interdisciplinar y adaptado a distintas edades y estilos de aprendizaje. Las usaría como parte de un proyecto o unidad didáctica sobre nutrición dentro del área de Educación Física, Ciencias Naturales o Valores, con el objetivo de que el alumnado no solo conozca los nutrientes, sino que también los relacione con su salud y su entorno, y se convierta en protagonista de su propio bienestar.